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Reino Unido: La policía de Londres colabora con un activista LGBT que defendió el “sexo con niños”

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La Policía Metropolitana de Londres ha anunciado que se va a asociar con el activista LGBT Peter Tatchell y su organización, la Fundación Peter Tatchell, para proporcionar agentes de enlace con la comunidad LGBT+ a los ciudadanos que interactúan con el cuerpo de policía. La medida ha suscitado preocupación en las redes sociales, donde los críticos señalan el largo historial de apología de la pederastia de Tatchell, que ya ha abogado anteriormente por rebajar la edad legal de consentimiento.

El lunes, la Policía Metropolitana publicó en su cuenta de Twitter un video con Tatchell en el que se afirmaba que éste iba a colaborar con la policía para “fomentar la confianza” con el fin de “animar a más personas LGBT+ a denunciar delitos de odio, violencia doméstica y agresiones sexuales”.

En un comunicado publicado en la página web oficial de la policía de Londres, el comisario Mark Rowley explicó que una campaña de la Fundación Peter Tatchell descubrió que el cuerpo de policía “tenía sistemas y procesos establecidos que han dado lugar a prejuicios y discriminación”.

Como resultado de la campaña de la Fundación Peter Tatchell, la Policía Metropolitana ha encargado a la fundación la contratación de agentes de enlace con la comunidad LGBT+.

“Sir Mark está respaldando sus disculpas a la comunidad LGBT+ con medidas concretas. El restablecimiento de estos agentes especiales de enlace LGBT+ reforzará la colaboración entre la policía y las comunidades LGBT+ locales en todo Londres. Contribuirá a la lucha contra los delitos de odio homofóbicos y garantizará una mejor protección a los londinenses LGBT+”, dijo Tatchell en el comunicado publicado en el sitio web de la Met (policía metropolitana de Londres).

Peter Tatchell creó su fundación en 2011 como una organización benéfica registrada para “proteger los derechos humanos tanto en el Reino Unido como a nivel internacional”, según el sitio web de la organización. Tatchell lleva varias décadas implicado personalmente en el activismo LGBT. A lo largo de su carrera como activista, ha sido criticado en numerosas ocasiones por comentarios en los que restaba importancia a los daños del abuso sexual infantil y ha abogado por rebajar la edad de consentimiento.

Extracto del manifiesto de PIE, publicado en 1975.

En 1986, Tatchell colaboró en un capítulo de un libro compilado por Warren Middleton, ex vicepresidente del Intercambio de Información de Pedófilos (PIE), titulado “Perspectivas radicales sobre la sexualidad infantil, el sexo intergeneracional y la opresión social de niños y jóvenes”. PIE, que durante una década abogó por la despenalización de las relaciones sexuales entre adultos y menores y pidió la abolición de la edad de consentimiento, se disolvió en 1984, y varios miembros destacados fueron detenidos por delitos de abuso sexual infantil.

En su capítulo, Tatchell sostenía que las leyes que penalizan a los adultos por abusar sexualmente de menores hacen más daño que los propios abusos. Otros capítulos del libro trataban sobre la pornografía infantil y la prostitución infantil, el incesto y “cómo hacer más aceptable la pedofilia”. Más tarde intentó distanciarse de este libro alegando que lo “engañaron” para que aportara una contribución. Sin embargo, en aquel momento, Tatchell elogió el libro en una reseña que escribió para El Partido Comunista de Gran Bretaña.

En la reseña, Tatchell escribió: “La sociedad eliminaría mucho miedo, ansiedad y depresión si, en lugar de reprimir la sexualidad infantil, reconociera el hecho de que muchos niños tienen deseos sexuales a una edad temprana y, en consecuencia, educara a los niños para que puedan tomar decisiones libres, informadas y responsables sobre cuándo y con quién tener relaciones sexuales”.

En 1997, Tatchell también contribuyó a un capítulo de un libro llamado Dares to Speak (Se Atreve a Hablar). El libro presentaba una exploración favorable de la pedofilia, enfatizando la “naturaleza positiva” de algunas relaciones sexuales entre niños y adultos, y anunciando que varios de sus amigos habían tenido encuentros sexuales con adultos cuando tenían entre 9 y 13 años. Afirmó que ninguno había sufrido ningún daño por ello.

Los críticos literarios reprocharon en su momento a los autores que intentaran normalizar la pedofilia y describieron el libro como parte de una campaña más amplia para abolir todas las edades de consentimiento.

“El libro se niega a tomar en serio el abuso sexual y sus consecuencias”, escribió un crítico, Ros Coward.

En respuesta a las críticas, Tatchell escribió a The Guardian defendiendo el libro, citando a un investigador que describió el sexo entre hombres adultos y niños como un ritual de iniciación a la virilidad en una tribu indígena.

“El profesor Herdt señala a la tribu Sambia de Papúa Nueva Guinea, donde todos los niños tienen relaciones sexuales con guerreros mayores como parte de su iniciación en la edad adulta. Lejos de sufrir daños, el profesor Herdt dice que los niños crecen y se convierten en maridos y padres felices y bien adaptados”, decía Tatchell en su carta a The Guardian.

Tatchell escribió en su carta a The Guardian que aunque no “justificaba” el abuso infantil, en algunos casos creía que los niños podrían disfrutar de las interacciones sexuales con los adultos.

Sin embargo, los capítulos del libro no son el único ejemplo de apología de la pedofilia por parte de Tatchell. También publicó en 1997 una entrevista con un niño de 14 años en la que hablaban de pedofilia y las relaciones sexuales que éste había tenido con hombres adultos y que habían comenzado cuando sólo tenía 12 años. La entrevista volvió a ser publicada en 2007 por IPCE, una revista pedófila holandesa.

En la entrevista, titulada “Tengo 14 años, soy gay y quiero un novio”, Tatchell le preguntó a Lee, de 14 años, qué pensaba sobre los hombres que abusaban sexualmente de menores. Él respondió: “Depende de qué tipo de pedófilos sean … A los que tienen relaciones sexuales con niños pequeños deberían colgarlos por los cojones. Los pedófilos que conocí siempre me preguntaban si quería sexo. No me presionaban. Si consientes en tener relaciones sexuales con un pedófilo, está bien. Si no, no”.

En la entrevista, el niño describe cómo fue víctima de prostitución infantil desde los 12 años cuando estaba en el sistema de acogida. “La mayoría de las veces sólo tenía que hacerles una paja. Dejé de hacerlo hace aproximadamente un año y medio. Me sentía fatal cuando lo estaba haciendo. No lo disfrutaba. Solo lo hacía para conseguir dinero para comprar drogas, speed, ácido y cannabis, más que nada”, recordó Lee en su entrevista.

Tatchell también afirmó que ese niño de 14 años prefiere las relaciones con hombres mayores. “No me llevo bien con la gente de mi edad”, dijo el adolescente en la entrevista. “Son demasiado inmaduros. Me gustan los hombres de 20 o 30 años. Tienen más experiencia y son más serios. Con ellos puedes entablar una relación más estrecha que con un adolescente”.

Tatchell aprovechó la entrevista para abogar por rebajar la edad de consentimiento a 14 años. “Cualquier hombre que tenga relaciones sexuales con Lee podría enfrentarse a una pena máxima de 10 años por besar, tocar, chupar o pajear, y cadena perpetua por sexo anal”, declaró Tatchell en la entrevista.

Tatchell agregó una nota al artículo que indica que no apoya que los niños tengan relaciones sexuales con adultos, sino que los menores de 16 años no deben ser criminalizados por tener relaciones consentidas con otros jóvenes de edades similares. Sin embargo, Lee expresó interés en las relaciones con hombres adultos e incluso le dijo a Tatchell que mantenía una relación con un hombre adulto de unos 20 años. Tatchell expuso el argumento de que no era correcto que Lee y su novio tuvieran que esperar hasta los 18 años, la edad legal para las relaciones sexuales de hombres homosexuales en 1997.

“La sociedad no acepta mis sentimientos. Dice que tengo prohibido tener relaciones sexuales con un hombre hasta que no cumpla los 18 años. Lo que quiero es una relación perfecta. Me haría muy feliz. Así que, ¿por qué la ley trata de impedirlo?” dice Lee dijo al final de la entrevista.

En un artículo de opinión para The Guardian en 2009 titulado “No criminalicemos las relaciones sexuales de los jóvenes”, Tatchell reafirmó su postura sobre las leyes de edad de consentimiento. “Creo que ha llegado el momento de una reevaluación serena y racional de la edad a la que los jóvenes deberían tener derecho legal a mantener relaciones sexuales. Necesitamos este debate porque la edad actual de consentimiento de 16 años ignora la realidad”.

Sostuvo además que el Reino Unido debería reducir la edad de consentimiento a los 14 años. Actualmente en el Reino Unido, es legal que los adultos tengan relaciones sexuales con un adolescente mayor de 16 años. Reducir la edad de consentimiento a los 14 años despenalizaría potencialmente las relaciones sexuales entre adultos y niños de tan solo 14.

Tatchell también ha estado conectado con otros individuos que participaban abiertamente en grupos de defensa de los derechos de los pederastas. En 1998, escribió una elogiosa esquela de Ian Dunn, describiéndolo como un “pionero de los derechos humanos de lesbianas y gays”. Dunn fue uno de los miembros fundadores del grupo de defensa de los derechos de los pederastas conocido como el Intercambio de Información de Pedófilos (PIE).

PIE se formó en 1974 y utilizó argumentos similares a los de Tatchell para normalizar la pedofilia al presentar el asunto como una cuestión de derechos de los niños a tener relaciones sexuales “consensuadas”, al tiempo que argumentaba que las leyes sobre la edad de consentimiento restringían la libertad de los niños. En realidad, PIE era un insidioso grupo de presión formado por pedófilos confesos y pederastas que hacían campaña para que se permitiera legalmente a los adultos abusar de los niños con el pretexto de la liberación sexual. Según el libro de 1983 Los Amantes de los Niños- un Estudio sobre los Pedófilos en la Sociedad, PIE realizó una encuesta entre sus miembros en 1978 y descubrió que lo que más les interesaba sexualmente eran las niñas de 8 a 11 años y los niños de 11 a 15 años.

“No hacían hincapié en que se trataba de hombres de 50 años que querían tener relaciones sexuales con niños de cinco años. Lo presentaron como la liberación sexual de los niños, que los niños deberían tener derecho al sexo”, dijo el periodista Christian Wolmar a la BBC sobre PIE en 2014.

Keith Hose, uno de los líderes de PIE, fue citado diciendo: “Soy un pedófilo. Me atraen los niños de unos 10, 11 y 12 años de edad. Puede que haya tenido relaciones sexuales con niños, pero sería imprudente decirlo”.

Más recientemente, Peter Tatchell ha intentado distanciarse de las acusaciones de solidarizarse con los abusadores sexuales de menores. En 2018, después de que la periodista feminista y escritora Julie Bindel llamara la atención sobre el obituario de Dunn, Tatchell negó tener conocimiento de la asociación de su amigo con PIE.

En 2020, publicó una declaración en su sitio web condenando el abuso sexual infantil diciendo: “Mis escritos sobre la edad de consentimiento se ha centrado únicamente en poner fin a la criminalización de jóvenes de edades similares”.

También en 2020, Tatchell criticó a los laboristas de Southwark por intentar impedir que hombres homosexuales mantuvieran relaciones sexuales en un parque público. Calificó de “eco-vandalismo” y “homofobia” su medida de talar árboles en Burgess Park, en Londres, para disuadir a los hombres de mantener relaciones sexuales en público. El Ayuntamiento obtuvo una orden judicial de un año del tribunal local, a partir del 28 de agosto de 2020, que prohibía el comportamiento antisocial en el parque debido a que la zona era un lugar popular para que los hombres se reunieran para tener relaciones sexuales, incluso a plena luz del día.

Este mes, Tatchell también defendió públicamente al ex presentador de televisión Philip Schofield, quien abandonó abruptamente su popular programa diurno tras descubrirse que había tenido una aventura con un joven colega al que conocía desde que era un niño. Schofield fue acusado de hacerle grooming al joven, ya que había interactuado con él en las redes sociales cuando era menor de edad. Tatchell tachó las acusaciones de homofobia.

“El ataque contra Philip Schofield tiene un claro tufillo a homofobia. Los prejuicios contra los homosexuales son explícitos en las redes sociales e implícitos en gran parte de los medios de comunicación nacionales”, afirma Tatchell en su página web.

Tatchell se ha convertido en un firme defensor de la ideología de identidad de género, al tiempo que se opone abiertamente a feministas críticas de género como Germaine Greer y J. K. Rowling. Aboga por permitir que los hombres que se identifican como mujeres usen los espacios de las mujeres, incluso por que los violadores sean alojados en cárceles de mujeres.

La Policía Metropolitana también tiene un escandaloso historial de violencia contra las mujeres y de acoso y abusos sexuales en sus filas. En marzo de 2021, un agente de la Met secuestró y asesinó a Sarah Everard, de 33 años. El policía, Wayne Couzens, había sido denunciado previamente por exhibicionismo, pero no fue detenido y se le permitió continuar trabajando como policía.

Tras el asesinato de Everard, se llevó a cabo un informe sobre la misoginia institucionalizada en la Policía Metropolitana que reveló que podía haber más agentes como Couzens, y concluyó que el cuerpo no había protegido a la población de los agentes que abusan de las mujeres.

En la actualidad, unos 800 policías de la Met están siendo investigados por denuncias de violencia sexual y malos tratos en el ámbito familiar.


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