Las jugadoras de rugby de Alberta, Canadá, expresan preocupación por su seguridad después de que se le permitiera unirse a su equipo a un hombre que hace poco comenzó a identificarse como “mujer”. Las mujeres dicen que su club está más preocupado por las demandas por “discriminación” que por sus posibles lesiones.
Las jugadoras de las Clanswomen, un equipo de rugby femenino del Clansmen Rugby Club (CRC) y bajo la jurisdicción del Edmonton Rugby Club, contaron a Reduxx que un entrenador les había informado recientemente que Maeryn Gellhaus, de 48 años, podía unirse a su equipo.
Varias miembros de las Clanswomen, que mantienen el anonimato por su seguridad, explicaron que sabían que Gellhaus había jugado anteriormente en un equipo masculino del CRC antes de comenzar a identificarse como transgénero. Al parecer, también entrena a un equipo juvenil del CRC.
Según una jugadora de Clanswomen que habló con Reduxx, Gellhaus se puso en contacto con los directivos del CRC en algún momento de mayo, solicitando cambiar del equipo masculino al femenino. Desde entonces, ha estado asistiendo a las sesiones de entrenamiento de las mujeres dos veces por semana. Parece ser que nadie consultó con las jugadoras sobre su aceptación en la lista.
El 29 de mayo, Gellhaus publicó en Instagram un post sobre su incorporación al equipo femenino, jactándose de que había jugado casi 300 partidos como hombre, pero que había sido aceptado en las Clanswomen tras declararse mujer.
“He jugado casi 300 partidos con mi club. He jugado en todos los equipos posibles. Pero la razón por la que nunca encajé realmente fue porque nunca estuve en el equipo CORRECTO. Hasta esta noche… Esta noche las Clanswomen me permitieron unirme a ellas. Así que por una vez (quizá sólo una) puedo saltar al campo como yo misma jugando para el equipo adecuado”.
Según una publicación de Instagram de Gellhaus, el travesti comenzó a identificarse como transgénero y a tomar hormonas de sexo cruzado hace apenas cuatro meses y se presenta principalmente como “hombre” la mayor parte del tiempo.
“Sólo llevo 4 meses tomando hormonas. No me he sometido a [cirugía de feminización facial]. Sigo en modo chico la mayor parte del tiempo”, escribió en otra publicación del 4 de junio.
Según las jugadoras anónimas, se informó a Gellhaus de que varias de las mujeres del equipo se sentían incómodas con su presencia y preocupadas por la posibilidad de lesionarse jugando con un hombre. Días después, Gellhaus volvió a Instagram, quejándose de que algunas de las mujeres habían sido poco complacientes con él.
“Hay muchas chicas que han sido absolutamente increíbles conmigo. Pero hay una sensación subyacente de que algunas no me quieren allí. En absoluto. Todavía no se ha aclarado. Estoy tratando de decidir si vale la pena luchar. Quiero que me celebren, no que me toleren”, escribió.
La semana pasada, Gellhaus se incorporó por fin a la lista pública del equipo disponible en el sitio web del Clansmen Rugby Club. Jugó su primer partido con el equipo el sábado en St. Albert, Alberta.
Una jugadora contó a Reduxx que ella se centraba en la equidad y la seguridad, y que ninguna de las mujeres que se oponían a la presencia de Gellhaus estaba motivada por la transfobia. En cambio, explicó que el miedo a las lesiones era la principal preocupación de las mujeres.
“Se trata de la seguridad y la equidad en el deporte. Es bastante j*dido que los “sentimientos” de una persona prevalezcan sobre la legítima preocupación por la seguridad de nuestras mujeres. Nuestras opiniones y sentimientos no importan”, dijo.
“En un deporte de contacto agresivo como el rugby, donde la única protección requerida es un protector bucal, ¿por qué tenemos que discutir sobre la seguridad y explicar los riesgos de las mujeres frente a los de los hombres?”
Varias de las mujeres se han dirigido al organismo que rige el rugby de Canadá con preocupaciones sobre la seguridad, pero les han dicho que el club debe seguir las directrices actuales, que permiten a los jugadores elegir un equipo en función de con qué género se autoidentifiquen, “tanto a nivel recreativo como competitivo“.
El reglamento de Rugby Canada afirma que “resuelve los problemas de identidad de género y expresión de género” a través de su política de disciplina y quejas. La política no hace mención alguna a la seguridad de las jugadoras que tienen que jugar con o contra hombres.
“Es una imprudencia. El club tiene miedo de que [Gellhaus] presente una demanda por discriminación si no lo dejamos jugar”, reveló otra jugadora de Clanswomen. “Yo defiendo que lo acepten ‘tal cual’ en el equipo masculino, o que se vaya a jugar a una de las ligas mixtas”.
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